domingo, 11 de diciembre de 2011

Pararnos unos segundos ante cualquier escaparate , continuar andando , y que , momentos después , me preguntes cuánto costaba ésta o aquella cosa , contestarte que no lo sé , que no me fijé , porque lo único que he sido capaz de ver en el cristal ha sido tu imagen reflejada , y aquello… no tiene precio

No hay comentarios:

Publicar un comentario